16 Marzo de 2020
Me
sorprende muchísimo el inconsciente sometimiento del pueblo, en
especial, del pueblo Canario a las directrices impuestas por las
autoridades.
Que
hay una pandemia de coronavirus y es preciso tomar medidas
sanitarias, eso, parece obvio y es entendible. Pero lo que me extraña
y me espanta es el inmediato posicionamiento que ha tomado una
sociedad carente de discernimiento en la que parece que ahora todos
somos enemigos unos de otros.
Entre
las cosas que no entiendo ni comparto están las siguientes:
PRIMERO.-
Que
ante una pandemia vírica de esta magnitud, en las farmacias aún no
haya existencias de elementos básicos tan simples como mascarillas
de protección, demostrando que nuestros gobernantes son incapaces de
proveernos de lo más esencial.
A este respecto, para despejar y esconder el problema, se le ha dicho
a la población que las mascarillas sólo las precisan los
sanitarios. Bueno, este argumento por falta de existencias podría
valer durante unos días, pero no durante tanto tiempo; casi un mes
en pleno foco de pandemia generalizada.
Sin
embargo, las autoridades sanitarias, en este caso el Gobierno de
España y el Gobierno de Canarias dicen estar teniendo una actitud
modélica, y estar realizando –como siempre- “esfuerzos”,
cuando la realidad es que ni siquiera son capaces –salvo para ellos
mismos- de suministrar al pueblo un artículo tan sencillo, tan fácil
de fabricar y tan básico como unas simples máscaras de protección.
Y ya tampoco hay ni jabón o gel desinfectante ni alcohol etílico en
las farmacias. ¿Por
qué el pueblo no se rebela contra esto y contra ellos en vez de
tragarse como pardillos todo lo que les cuentan?
SEGUNDO.-
Que
el estado de alerta decretado por el Gobierno de Pedro Sánchez está
siendo un mecanismo utilizado para centralizar, unificar y hacerse
con el control autoritario y dictatorial de fuerzas y cuerpos de
seguridad, unificando mandos en Policía Nacional y Guardia Civil y
tomar mayor control otorgándose plenos poderes y centralizando
competencias en Sanidad, Interior, Defensa y Transportes a modo de
Nuevo Orden Mundial a implantar.
TERCERO.-
Que en opiniones expresadas en redes sociales por un pueblo
sorpresivamente tan moldeable y manipulable se criminalice desde el
primer día a personas que están en la calle dando un paseo
(consciente o inconscientemente de que esto está prohibido por las
nuevas medidas), pero sin embargo, simultáneamente y con
el beneplácito de las autoridades y de esta normativa impositiva,
continúen continuamente llegando aviones con pasajeros del
extranjero.
Se
ataca ferozmente como insolidaria a la persona que sale a la calle a
pasear, pero si saca a su mascota, entonces ya no hay problema,
pues este es uno de los supuestos recogido en el BOE publicado por el
Gobierno de Pedro Sánchez; debe ser que en este último caso ya no
contagia o el perro inmuniza al dueño; ¡es totalmente ridículo! O
si la persona sale a comprar con cualquier pretexto real o inventado,
tampoco hay problema.
Otro
aspecto que no termino de entender es que, según creo, si el
ciudadano sale solo a pasear sin acercarse a nadie, se contagiaría
en todo caso a sí mismo, pero esta libertad se le ha cercenado. Con
lo cual, resulta que el
individuo no tiene libertad para contagiarse, pero sí para matarse
mediante la eutanasia. ¡Es absurdo!
Y
menos sentido tiene el hecho de que matar masivamente a seres
indefensos –distintos a sus progenitores- en el vientre materno
(aborto), esté bien visto y se considere un avance y un derecho.
Mi
conclusión es que estamos gobernados por los peores en el peor
momento y que el pueblo no discierne sino acoge, cree y acata lo que
le cuenten sin rebelarse contra una panda de incompetentes cuya única
arma es la demagogia, cuyo afán es el control autoritario, cuya
políticas se fundamentan en la deformación social, el desvío y la
perversión carente de cualquier componente moral.
Ellos han adoctrinado y deformado a la sociedad y están destruyendo
a nivel local, Canarias, y a nivel nacional, España.
Diré, ahora que todavía se puede: “¡Viva España y viva
el Rey!” Y cuando no se pueda, espero seguir diciéndolo.
Para
los que aún creen en Dios, permítanme recomendarles unas
prevenciones dadas por el Cielo frente al coronavirus y otras
afecciones: “El Aceite del Buen Samaritano”. ...Ir a ver prevenciones.