29 Mayo de 2018
Por
Marcial Franco B.
Las
mentiras dichas mil veces no se transforman en verdad. Sin embargo,
hasta la tradicional “feria del libro” la han convertido en otro
instrumento más para la imposición del feminismo y de la ideología
de género, tanto en su contenido como en el cartel que la
publicita; y por ello, se ha difundido este evento hasta la saciedad,
publicitándolo en centros que frecuentan los niños y jóvenes, e
incluso en el mobiliario urbano de toda la ciudad, imitando así a
los comunistas –lo cual es sancionable y va contra el propio
reglamento del Ayuntamiento de Las Palmas-. ¿Y qué hace la Policía
Local a este respecto? ¡Nada! Igual que no ha hecho nada efectivo
hasta ahora, máxime, que en este caso, los infractores anunciantes
son los propios organismos.
Obviamente,
"el feminismo es tan perjudicial como el machismo”, pero esto es
otra de las verdades que pretenden derrocar. Estamos en los tiempos
en que lo falso, la manipulación social y todo lo que tenga que ver
con el sexo, el desvío y la confusión inculcada está tan de moda
que todo lo que hacen o dicen, lo impregnan de ello. Y vaya uno por
donde vaya, todo lo que se ve, gira en este sentido; y es tanta la
podredumbre, que casi produce arcadas. Estas continuas y machaconas
campañas vienen avaladas por el dios dinero, por intereses ocultos a
la mayoría y por nuestras instituciones públicas (Ayuntamiento de
Las Palmas, Cabildo de Gran Canaria y Gobierno de Canarias) que una
vez más, vuelven a compartir cartel.
Nunca
en la historia, nuestros organismos se ocuparon del sexo, el desvío
y la perversión, pero ahora, parece ser para algunos casi única y
principal actividad. A mí personalmente, al margen del enorme daño
social que están ocasionando, me resulta de muy mal gusto y
repulsivo.
Dicen
que el “feminismo” y la “ideología de género”
no matan, pero no es cierto, pues hay dos formas de matar: el alma y
el cuerpo.
Matas
el alma cuando la desvías de su fin natural, confundiéndola; cuando
le robas la inocencia y la perviertes. Matas cuando destruyes con
calumnias el honor de una persona. Hay muchas formas de dar muerte...
Por
supuesto que hombres y mujeres debiéramos convivir en armonía y en
igualdad de condiciones, pues aquí nadie es menos que nadie, y cada
uno en el desempeño del orden natural y el rol por naturaleza
conferido. Los hombres no pueden ser mujeres, ni parir, ni las
mujeres, hombres.
Pero
lo que está aconteciendo en nuestros días se aleja de ser un
propósito noble y positivo. Veamos algunas consecuencias de esta
nueva “revolución feminista manipulada", que se desarrolla en
medio de una sociedad que determinados responsables han procurado
desviar y deformar en sus valores naturales:
-
Se ha producido una fractura como nunca antes en la relación “hombre-mujer”.
-
El propósito de la muy noble lucha contra la “violencia de género” ha sido aprovechado y utilizado fraudulentamente por muchas mujeres como arma arrojadiza para presentar “denuncias falsas” por despecho y para cobrar una renta, lo cual se ha convertido en una extendida moda barriobajera, amparándose en la sensibilización social que existe ante estos atropellos, y perjudicando así, a las verdaderas afectadas.
-
Las manifestaciones feministas son aprovechadas por muchos en diversos sentidos:
Mujeres
del colectivo LGTB, las utilizan y
tergiversan para procurar dar rienda suelta a todo tipo de
reivindicaciones en las que mezclan todo: aborto gratuito, matrimonio
homosexual y cualquier tipo de innovadora perversión.
Los
comunistas
y anarquistas o sindicatos anarquistas (CNT y CGT) como una forma
más a la que ellos por supuesto, se apuntan, de revolución contra
lo que sea, y procurar así derrocar el sistema.
En
la última manifestación feminista, entraron impositivamente en la
Universidad y en el Ayuntamiento a modo de piquetes para impedir que
otros trabajaran.
Por
otra parte, el caso reciente de “La Manada”
, fue un caso de manipulación social masiva, pues los manifestantes
del “#Yo sí te creo” no han visto o no han querido ver las
fotos, videos y declaraciones judiciales que circulan en internet,
las cuales evidencian que la supuesta víctima, al margen de no
negarse y de contradecirse en el juicio, “no estaba en absoluto en
estado de shock”, como se ha pretendido argumentar. Mas bien parece
que a muchos no les interesa conocer la despechada verdad de los
hechos, sino buscar cabezas de turco para sus propósitos.
Y
sí que se producen casos de violencia y muertes perpetradas por la
mujer, pues hay mujeres que pegan a sus maridos, pero a éstos,
normalmente, les da vergüenza denunciar; y cuando su fuerza
física no les es suficiente para atentar contra su cónyuge o
pareja, se vengan en los hijos de éste.
Una
vez más, lo que está detrás de todo esto es “el mal” ;
ese mismo mal que ha estado actuando con insistencia para fracturar
España, o para promocionar el desvío sexual y la pérdida de
valores morales y sociales en pro de un libertinaje desbocado. Y es que
una cosa es consecuencia de otra; y de aquellos polvos, estos lodos; y
de ahí, la actual deformación del ser humano en todos los ámbitos.