19 Mayo de 2018
Por
Marcial Franco B.
En
internet circula tanto información judicial, como fotografías y
videos relacionados con el caso “La Manada”, así como de la
supuesta víctima. Y aunque impositivamente se ha ido cercenando
dicha información, según explica la Inspectora de la Policía
Nacional, la Sra. Silvia Barrera, difundir datos ya publicados no es
sancionable. A pesar de disponer de dicho contenido, que está, o al
menos estaba al alcance de cualquiera que se preocupe de informarse o
buscarlo, me abstendré de revelar datos concretos personales, pues
el asunto en sí me resulta en extremo desagradable por la actuación
de todas las partes implicadas en el mismo.
Sin
embargo, y a la vista de lo acontecido con este caso, que ha tenido
una repercusión social y mediática tan abrumadora, tras meditarlo,
sí me parece procedente reseñar los siguientes extremos:
La
masas movidas predeterminadamente por diversos grupos (feministas o
femimarxistas –como ahora se les denomina-, miembros del colectivo
LGTB , Podemos , comunistas , anarquistas, republicanos y otros
grupos antisistema que quieren SEMBRAR EL CAOS en España) “se han
erigido en jueces y verdugos sentenciando de antemano” y al margen
de los Juzgados de Instrucción correspondientes a estos 5 chicos
–cuya actuación entiendo de lo más inapropiada-, utilizándolos
como “cabeza de turco” para sus propósitos revolucionarios. En
realidad, “a estas agrupaciones les preocupa mucho más conseguir
sus fines, que conocer la verdad de lo acontecido”.
Las
imágenes que he visto, “parecen evidenciar que la supuesta víctima
no estaba en absoluto en estado de shock” –como se ha pretendido
argumentar- ni estaba siendo forzada en modo alguno, sino al
contrario; se la observa con bastante ímpetu realizando un acto
sexual bochornoso (cuya postura u orientación le impedía saber que
estaba siendo fotografiada o grabada en ese preciso momento).
Adjuntaré sólo una de las fotografías que personalmente me
repugna, en modo pixelado para evitar que se le reconozca el rostro a la chica:
Se
han publicado impunemente y hasta la saciedad imágenes,
conversaciones escritas mediante whatsapp, descontextualizándolos y todo tipo de información
relativa a los 5 acusados condenados; sin embargo, se ha tratado
incluso de amedrentar a la población para evitar la publicación de
cualquier dato de la supuesta víctima que denunció. Si ella –que
al ser la denunciante es la que tiene la sartén por el mango- es
totalmente inocente y ellos totalmente culpables, pues bien; pero si
no es así, es un grave atropello mediático.
Que
los organizadores de las movilizaciones cuyo “modus operandi” es
“convocarlas a través de las redes sociales”, cambiaron el
eslogan “¡no es no!” por otro, cuando les constataron que la
supuesta víctima no había dicho que “no”. De hecho, de la
información judicial se desprende que la supuesta víctima al
margen de contradecirse en sus declaraciones, no expresó oposición
de ningún tipo.
No
soy juez ni pretendo serlo, como parece que sí lo han pretendido
todos los que han participado en estas movilizaciones masivas del
<#Yo si te creo>, “sin ni siquiera haber visto la
información que circula en la red”. Y me pregunto: ¿cuántos de
los que participaron en estas masivas manifestaciones gritando
metafóricamente “¡crucifíquenlos!” han visto las fotos, los
videos o la información judicial que circula en internet? ¿Un 1%,
un 3%, un 5%? ¿Y fueron la mayoría a “condenar por imitación”,
porque eso les indicaron otros -los manipuladores-, que debían
hacer, sin ni siquiera disponer de fundamentos para ello?
En
cualquier caso, los jueces ya dictaminaron este caso tan mediático;
y lo hicieron severamente: 9 años de prisión, 5 más de libertad
vigilada y 50.000 euros de multa. Sin embargo, a los manifestantes no
les pareció suficiente.
Como
citaba, no corresponde a la opinión pública emitir un veredicto,
aunque todos podamos opinar al respecto; y en este sentido, mi
opinión es la siguiente:
Tras
ver y leer la información citada (documentos judiciales, fotografías
y videos) las masas –“responsables para bien o para mal”- que
se han manifestado siguiendo el patrón de lo que estos grupos
organizadores, manipuladores, tergiversadores y revolucionarios les
indican, han buscado a quien crucificar y lo concretado en estos 5
chicos, que probablemente no sean inocentes de muchas cosas, pero
presuntamente sí de lo que se pretende culpabilizarlos.
Que
no sé hasta qué punto ellos son culpables ni hasta qué punto ella
es inocente, pues tras lo visto y expuesto en la información
reseñada, “mas bien me parece una clara denuncia por despecho”,
en el sentido de que o bien la experiencia sexual no se ajustó a
las expectativas previstas a modo de película porno, o bien, al
final, se sintió o la hicieron sentir, denigrada y/o vejada, u otro motivos...
Por
otra parte, entiendo cómo se sienten las personas que han sido
denunciadas por despecho o por cobrar una renta por denunciantes que
se han aprovechado de la sensibilización social que existe con
respecto a la mujer, y que saben que al llegar a una comisaría
tienen las puertas abiertas, pues el presunto culpable deja de ser
presunto –antes del juicio- para ser culpable, porque yo mismo fui
víctima de este tipo de denuncias; y aunque al principio no
entendí nada, luego pude descubrir el motivo y también supe que la
misma mujer que me denunció a mí (con la que mantuve una relación de
5 meses) había denunciado también a varios hombres más, tanto
antes como después de nuestra relación.
De
hecho, en las denuncias por violencia de género –que por
supuesto, se deben perseguir y sancionar-, se estima que el 70% son
falsas, y por los motivos citados: por despecho o por cobrar una
renta. Pero este dato tan importante y significativo ni siquiera se
menciona nunca, lo cual es otra muestra más de la enorme
manipulación mediática y del absurdo en el que vivimos inmersos.
También
observo y así me lo comentan, que esta oleada de revueltas de índole
sexista que viene dándose en España desde hace un tiempo, está
abriendo una brecha abismal en el trato cotidiano entre hombres y
mujeres que nunca antes se había dado. Estas manifestaciones, junto
a otras que se están fomentando con cualquier pretexto
sobredimensionado o tergiversado, tienen como objetivo fragmentar,
dividir y convulsionar internamente el país.
No
cabe duda del desnortamiento social en el que se encuentra la
sociedad; el pequeño y gracioso lunarcito del descarrilamiento y la
perversión se ha convertido en una horrible verruga en poco tiempo.
El hombre se ha carnalizado como un animal y la mujer ha contribuido
a ello exhibiéndose al máximo de sus posibilidades y tratando de
endiosarse a sí misma para ser el centro de atención.
Hoy
en día se promueve todo aquello que hace tan solo 1 ó 2 décadas no
era aceptable; y se ha hecho disfrazando el producto que el lobo ha
querido vender para adentrarse en el corral “con apariencia de
bien” y luego, “imponerse”: el mal se ha disfrazado de
libertad, de igualdad, de respeto, de diálogo, de participación,
etc. Lo vemos a diario en nuestras calles y en las consignas que se
promueven para que la juventud moldeable las asimile como propias:
rechazo al sistema, al Rey, al Estado, a la Iglesia, a la vida
(abortos y eutanasia), al orden natural, a los valores morales, a
las tradiciones y a todo en lo que hasta nos ha conformado como país.
Ahora,
lo malo ha pasado a ser bueno, lo incorrecto a correcto porque se ha
permitido que lleven al pueblo hacia el abismo. Muchos de los
responsables en las familias, en la enseñanza, en el política y en
la Iglesia han desertado de sus puestos. “Se ha dejado de decir
la verdad”, ésa verdad que es inmutable en el tiempo y universal.
Se ha preferido tomar la opción políticamente conveniente -e
incluyo aquí al Estado-, antes que corregir a unas masas
maliciosamente manipuladas, o enfrentarse a ellas.
El
fondo real de todos estos problemas es precisamente “el mal”
que se ha enraizado en los corazones de las personas, pues vivimos en
los tiempos de Satanás; y el origen de este mal viene de esos
desvíos sexuales que ahora se han convertido en enormes abismos, y
que algunos han fomentado; viene de esa supuesta libertad convertida
en libertinaje desbocado; viene de la pérdida de los valores; de la
falta de formación cívica y espiritual, de la intencionada
anulación de la conciencia; y todo ello ha derivado en la actual
deformación del ser humano.
En
cualquier caso, todos, individualmente, pasaremos inexorablemente por
un juicio verdadero y nuestras acciones u omisiones en este mundo
serán juzgadas a la luz de la Verdad. Es el juicio que definirá el
destino de nuestras almas ; y ese juez al que no podremos engañar,
se crea o no en Él, es el mismo Dios.
Nota 1: el periódico donde normalmente publico, "Canarias Noticias", ha rechazado publicar este escrito.
Nota 2: Adjunto un artículo muy interesante con respecto a este tema, publicado por Elena Berberana en su blog. Se puede leer en el siguiente link: https://laverdadofende.blog/2018/05/02/he-terminado-de-leer-los-370-folios-de-la-sentencia-la-manada-sobre-violaciones-y-linchamientos/comment-page-1/#comment-20384