La estrategia del mal



6 Julio de 2018




Por Marcial Franco B.


Por una parte, no hemos visto venir al lobo disfrazado de cordero; y por otra, cuando al fin lo detectamos, ¡clama al Cielo! la asombrosa y frecuente inacción de la ciudadanía, mientras él ha actuado a placer, pues no ha encontrado prácticamente oposición, destruyendo todo lo concerniente a Dios: Su doctrina y leyes; profanando Sus imágenes y templos, y minimizando o persiguiendo a Su pueblo. Esta parálisis en el desempeño de nuestro deber, se ha traducido en pecados de omisión, de los que tantos somos responsables, cuyas consecuencias y secuelas han afectado por entero a nuestra sociedad; especialmente a niños y a jóvenes.


¿Culpables? Muchos. Individualmente se debe analizar qué es lo que cada uno ha hecho o dejado de hacer, qué es lo que pudo haber hecho y no hizo por comodidad, vagancia, miedo (normalmente instigado por el demonio), vergüenza o escudándose en un supuesto estatus. Esta cuestión que abarca pasado y presente, incluye a padres, profesores, políticos, sacerdotes e instigadores de estas políticas del mal, pues cada uno de nosotros es responsable de las personas a su cargo: hijos, alumnos, pueblo, cuerpo místico o sociedad, que es tan susceptible de verse afectada por nuestras acciones u omisiones, especialmente en su etapa más delicada: infancia y adolescencia.


Algunos transitarán este período apocalíptico que ya vivimos sin ni siquiera haberse puesto la armadura; sin pisar el campo de batalla; sin al menos, haberlo intentado. ¿Qué tendrán para presentarle al Señor? ¿Qué excusa tienen ya en mente para decirLe?


Ahora, la ola maligna es arrolladora; vivimos en el tiempo del “reinado de Satanás” cuyos tentáculos han laborado esmeradamente a lo largo de los años, especialmente en las últimas décadas; y ya de forma desatada en nuestros días. Cronológicamente, estamos a las puertas de la aparición y emerger del Anticristo, que presumiblemente se produzca el 25 de noviembre de este 2018 coincidiendo con el día de Cristo Rey, al que intenta suplantar. Su puesta en escena se llevará a cabo a través del proyecto Bluebeam, en medio de la 3ª Guerra Mundial que en breve comenzará; o al menos, antes de dicha fecha.



Bien sabemos que Dios no ha dejado de advertirnos sobre lo que se cernía sobre la humanidad; somos nosotros los que no hemos querido escucharlo ni reconocerlo; y aún a día de hoy, cuando ya todo este entramado demoníaco nos envuelve, seguimos impedidos; sin querer oír ni ver. Por voluntad, responsabilidad y decisión propia muchos nos hemos transformado en verdaderos ciegos a la par que en incrédulos para verificar la presencia real del Señor, de Su Palabra, de Sus avisos y llamamientos. Y ya se adivina la cara de pánfilos que se les quedará a algunos cuando llegue el día en que se digan: ¡Ah! ¿Pero de verdad era Él el que nos ha estado hablando durante todos estos años a través de Sus profetas?


Entre estas advertencias, estará también el Aviso. Nuestro Señor Jesucristo nos ha estado indicando que quien no se ejercitara en las pequeñas batallas del día a día, no iba a estar preparado posteriormente, para otras lides mayores. Debemos tener presente que por nosotros mismos nada podemos, pero sí con Su poder, fusionándonos a la voluntad divina, pues Él ha querido voluntariamente hacer depender Su obra de nosotros, para que tras moldearnos, seamos Sus manos en Su viña. Además, sabemos que a quien más se le da, bien se trate de conocimientos -a través de Su Palabra o mensajes proféticos-, gracias derramadas o responsabilidad según el cargo que se ostente, más se le pedirá; máxime en estos denominados Últimos Tiempos en los que se nos brinda una oportunidad única en la historia.


Analicemos por tanto, diversos aspectos de cómo se implementa esta “estrategia del mal”, algunos de los cuales, nos pasan inadvertidos:

(Mensaje profético contenido en este blog www.profeciascambiodeera.blogspot.com ):

Mensaje Luz de María, 23 Jun 2018: NO HAN LLEGADO A ANALIZAR LA GRAN ESTRATEGIA DEL MAL.


  • Infiltrarse en los centros públicos (colegios y bibliotecas) para en pocos años crear una generación connivente y convencida de los principios ideológicos malignos que se intentan propagar, para así fracturar y crear desvío y división: LGTB, anarquismo, comunismo, feminismo o ideología antimonárquica o republicana.

  • Utilizar nobles conceptos como “igualdad, respeto, libertad (confundida con libertinaje), participación, diálogo y consenso” para abrir las puertas al mal y que éste sea aceptado como una opción más; y luego, tras imponerse, rechazar los mismos conceptos que ellos esgrimían.

  • Manipular los medios de comunicación: televisión, internet, redes sociales, prensa y radio. El mal es consciente de la instantánea absorción de ideas en el ser humano, que ya generalmente acepta lo que le presenten, dándolo por bueno, sin discernimiento. El hombre ha sido previamente abotargado durante años ante la denominada “caja de muerte o vía de entrada al mal”, que es la TELEVISIÓN, reduciendo así su capacidad de raciocinio. Las noticias que continuamente se emiten, son automáticamente creídas por la mayoría. Por tanto, para el mal es prioritario hacerse con el control de los principales medios de difusión, para poder divulgar, cercenar, cribar, manipular y tergiversar a su favor, todo tipo de información, políticas y hojas de ruta.

  • Gobernar desde cargos de relevancia. Las personas que ostentan puestos de relevancia social, política y económica, o que en general tienen capacidad o posibilidad de atracción o influencia sobre otros, tales como políticos, millonarios, cantantes, actores, modelos, profesores y sacerdotes son las víctimas preferidas de Satanás; y es a ellos a quienes principalmente ataca. En unos casos, le interesa que éstos sean sus secuaces porque las políticas que luego implementen, se difundirán y aplicarán en la sociedad; y en otros, porque es la manera más efectiva de tratar de sembrar el caos y destruir a la humanidad: inoculando y expandiendo el mal desde dentro, pudriendo así sus cimientos, generando odio y rechazo hacia la Iglesia y por ende, hacia el Cuerpo Místico.


  • Aprobar leyes que legitimen al hombre -ante el mismo hombre, pero no ante Dios-, para cercenar la vida: aborto y eutanasia. Otro medio que emplea el mal para segar la existencia humana y atemorizar es: el terrorismo.

  • Considerar a nuestro Señor Jesucristo como si fuera tan solo un profeta, un dios o iluminado más. El cristiano sabe que Jesús es “el camino la verdad y la vida” (Juan 14:6), y que no hay otro aparte de Él. Además, Dios es un dios celoso (Éxodo 20:3) que no gusta de idolatrías. Esto bien lo sabían nuestros santos y mártires ya en épocas pretéritas. Minimizar a Jesús es también la astuta manera que tiene el averno de ningunear y tratar de desacreditar al hijo de Dios. De hecho, internet se ha plagado de repente de imágenes que promueven lo aquí expuesto, como paso previo a la persecución total a cristianos que ya estamos viendo y viviendo.

  • Apología de las religiones. Tratar al catolicismo como si fuera una religión más dentro de un contexto histórico donde hay otras religiones, es otra forma sencilla de desvalorizarla. Y bien es cierto que existen otras religiones y que las hubo a lo largo de la historia; las cuales, aunque no compartamos, debemos respetar, pero no hasta el punto de “por respetar otras religiones o por respetos humanos” dejar que se mancille, modifique o altere la nuestra o su doctrina, pues a fin de cuentas, realmente, la religión católica es “la verdadera religión”. El Señor busca la “unidad de los cristianos” teniéndolo a Él como punto de confluencia, pero no ha solicitado la unidad de religiones a nivel mundial o ecumenismo a cualquier precio.


En definitiva, en la actualidad, la estrategia global consiste en que todo lo que el ser humano piense, vea, oiga o realice se encamine a erradicar a Dios de nuestras vidas, y prepare la acogida del Nuevo Orden Mundial, que ha comenzado a instaurarse a través de la organizaciones supranacionales (ONU, Tribunal Europeo, OMS, FMI, etc.).



Dicho Nuevo Orden Mundial será liderado por el Anticristo como el supuesto salvador de una situación aún bastante más apocalíptica que la actual, y que en breve viviremos (guerras, revueltas, crisis, cisma, fenómenos naturales –terremotos, eyecciones solares, volcanes, amenazas provenientes del espacio-, plagas, etc); tras lo cual, se ofertará la implantación del microchip, como prácticamente el único medio para poder acceder a una serie de prestaciones en un momento crítico y como un modernismo más, condenando así el alma irremisiblemente para la eternidad de quienes sucumban y se lo implanten.



¡Fe nos pide el Señor! Nos llama a despojarnos de nuestra vida anterior y entregarnos plenamente a Él y a Su voluntad en estos difíciles tiempos. Nos dice que no estamos solos.